En enero de 2017 nos escribió Berta, una gran amiga de la infancia, para comentarnos que en su trabajo necesitaban realizar una serie de vídeos. Esa misma semana nos acercamos a la ‘Malasmadres House’. En esa reunión conocimos a Laura Baena y a parte del equipo. Aquel día nació una relación que dura hasta la actualidad. Un recorrido lleno de proyectos y sobre todo de mucho crecimiento.

Comenzar a trabajar para Malasmadres fue para nosotros un impulso de salida muy importante en nuestra carrera. Nos ha permitido aprender mucho a nivel técnico con nuevos retos que hemos ido superando de la mano de ellas. Nunca olvidaremos la etapa en la que cada mes convertíamos las oficinas de Malasmadres en un plató de televisión para hacer un programa en directo. Tampoco cuando tuvimos que trasladar este proyecto de presencial a virtual debido a la pandemia. Cada uno de estos proyectos, entrevistas reportajes, directos… ha sido un regalo. No solo por crecer profesionalmente, si no también por la posibilidad de conocer a personas referentes, formar parte de la revolución del Club de Malasmadres y poder conocer desde dentro toda la lucha que realizan.

Desde el minuto uno nos hicieron sentir parte del equipo, y así nos sentimos, una más. Suena un tanto a frase “típica” pero es así. NO PODEMOS ESTAR MÁS FELICES de formar parte del Club de Malasmadres.